Posted by: Diana Martínez Torres

Hace unos días comentábamos sobre la iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona de prohibir la circulación de las bicicletas en la acera. A parte de haber dado mi opinión al respecto y escuchar vuestras opiniones y comentarios, todos muy acertados y válidos; hoy quiero hacer una propuesta visual de cómo yo transformaría algunos tramos de la Av. Meridiana para que dicho cambio en la normativa tuviera un éxito real para todos y todas.
Para esto me ha sido muy útil utilizar una aplicación sencilla y divertida que se llama blockee.org que nos permite soñar e imaginar como sería un espacio público ideal.
El primer resultado es el siguiente:
Actualmente, esta avenida tiene en cada dirección, tres carriles para coches y un carril exclusivo para autobuses. El “carril bici” está pintado en la acera y es una verdadera molestia con los peatones.
Mi propuesta sería poner el carril bicicleta en un carril de la calzada, a mano izquierda el carril de autobuses y dos carriles para coches. Elementos como las macetas con flores que están en el separador de los dos sentidos permitirían reducir la velocidad de los automóviles, además de controlar la velocidad permitida.
También pondría una señal de reducción de velocidad (no necesariamente debe ser la de la imagen, pero la aplicación no tiene muchas más) para el ciclista en el momento de encontrarse con la parada del autobús, para así permitir que las personas puedan subir y bajar del vehículo con total tranquilidad.
Adicionalmente encuentro clave instalar aparcamientos de bicicletas.
Y después de tener esta intervención, tendríamos las aceras libres del carril bici y las bicicletas. Con lo cual se podrían recuperar algunas áreas y dotarlas de equipamiento urbano que permita generar espacios de encuentro y socialización.
El segundo resultado es el siguiente:
Un espacio con más vida y que invita a detenerse, caminar, pasear, leer, encontrarse y hablar mientras los niños juegan. Eso sí, siempre pensando en las personas.
Un hombre, que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto. William Shakespeare.